Cerré el blog porque no tenia nada interesante que decir.
Me fui, porque en algún tema, no hablabamos el mismo idioma, ni tan siquiera por signos podíamos entendernos.
De pronto aparecieron los depredadores, los animales carroñeros, ávidos de carne muerta.
Entendí rapidamente donde estaba mi sitio.
No podía dejar que ese sombrero inmaculado fuese manchado.
Me di cuenta de que no había ninguna nariz en el universo como la tuya.
Tus labios esconden la sonrisa de la vida, quería volver a verla.
He vuelto porque tu me lo has pedido.
He vuelto porque no debía de haberme ido.
