Nunca he creído en la amistad de un hombre y una mujer y ella lo sabe.
Para mi la amistad entre un hombre y una mujer, solo es un amor de perfil bajo.
Natcha es mi amiga.
Una mujercita hermosa, de pelo rubio natural, todos sus cabellos son rubios, su cintura es estrecha, sus caderas ligeramente redondeadas y el pecho generoso.
Natcha me cuenta todo lo que le sucede. Tiene un novio que se llama Máximo; alto, jugador de rugby, con un tórax espectacular y una tableta de chocolate en vez de musculatura abdominal. Máximo se hace mirar cuando pasa.
Natcha es ardiente y efusiva , Máximo es mas bien tímido.
Ayer Máximo llevaba un pantalón de lino, ajustado, de color blanco , en cuanto le vió, ella fué a abrazarlo con todas sus fuerzas... el abrazo duro un par de minutos.
Cuando lo soltó, Máximo tenia una gran mancha incolora en la entrepierna, estaba sonrojado, se volvia de espaldas y se cubria la mancha con el periodico... cuando intentaba hablar, apenas articulaba palabras, respiraba con dificultad.
Esta situación se repite habitualmente, a la segunda caricia, Máximo se inunda.
Yo le digo a Natcha que no sea tan efusiva, pero la situación no mejora.
Perdón, llaman a la puerta.
Dios mio, es Natcha!
Con unos jeans ajustadísimos, la camisa semiabierta , mostrando sus hermosos pechos.
¿Donde he puesto la dapoxetina (PRILIGY)?
En la guerra como en la guerra.
