Cuantas veces en nuestras noches de insomnio, el latido cardiaco, nos acompaña?.
En ocasiones ese ritmo profundo, es capaz de angustiarte, incluso puedes pensar que va a detenerse.
Afortunadamente no todos los compases son tan trascendentes.
La mayoria son alegres, vitales, tanto que te ayudan a vivir.
Cuando descubrí a Carlos Santana, esa fue la sensación que tuve.
Vitalidad, empuje, animo y frescura.
Yo te propongo un ejercicio, pon las primeras notas de “ Corazón Espinado”, repitelas tres, cuatro, cinco veces… verás como se produce el fenómeno.
Puedes salir a la calle con la boca abierta, dispuesta a comerte el mundo.
Hace muchos años que en mi oido suenan sus canciones, son mas antiguas que nosotros, lo que no soy capaz de discernir es porque esas canciones están tan unidas a nuestras vidas.
La ponemos otra vez?