MI BRILLANTE

Siempre me han gustado las piedras preciosas, me gusta mirarlas y admirarlas, ver como la luz atraviesa sus paredes y se descompone en mil colores; el verde de la esmeralda colombiana, el azul del zafiro y el rojo intenso de los rubies de Myanmar; pero nada supera a la luz y la pureza del diamante.

Un buen dia encontre un diamante hermoso, puro, contundente; lo tome entre mis manos y lentamente fui puliendo sus facetas, dibuje su corona, talle su culata cuidando las proporciones ideales para que no perdiese refraccion, talle su filetin y por fin puli su corona.

Me tomo su tiempo, pero el resultado fue espectacular, un brillante transparente, sin apenas inclusiones, de una belleza insultante; nunca la luz se vio mejor reflejada.

Fue mi mejor tallado.

Una joya asi era envidiada en todas partes, deseada por todos, dicen que incluso hubo guerras por posearla, pero era mia, era mi obra, cuando la miraba no podia dejar de sentirme orgulloso de ella.

Un mal dia, la desgracia se abalanzo sobre mi y no tuve mas remedio que pignorar mi preciada joya.

Ahora ya no la poseo, pero ella sigue brillando, sigue siendo tan hermosa y tan brillante como siempre, su luz no se ha agotado ni lo hara nunca.

Mas adelante explicare los motivos de mi desgracia, pero ahora admirad su brillo