domingo, 5 de febrero de 2012
EL MUÑECO DE NIEVE (III)
EL SILENCIO.
No dude mucho; como podia dejar a La Dama expuesta a los elementos y a las alimañas del bosque?
La sujete en mis brazos y la lleve a mi casa.
El salón estaba caldeado, la chimenea funcionaba a pleno rendimiento.
Sente a La Dama en un sofá.
Ella permanecia inmóvil, sus labios permanecian inmoviles, sus ojos no pestañeaban, sin embargo respiraba.
Le pregunté su nombre, pregunté de donde era ... no obtuve respuesta, solo su silencio, sin embargo respiraba.
Poco a poco su piel fué caldeandose, la temperatura de su mano era mas humana.
Le apetece una taza de te?
Quizas unas galletitas ligth?
Nada, silencio.
A pesar de todo su presencia llenaba mi casa.
Decidi seguir cuidandola, con la esperanza de que algun dia abriese sus ojos, que algun dia articulase palabras.
Imaginaba como seria su sonrisa.
La Dama estaba silenciosa y sin embargo... respiraba.
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11 comentarios:
me miro con cuidada ternura y en un sususrro cariñoso me dijo:
-no recuerdo a la señora elegante del velatorio...
Hace frio, pero los escalofrios que tengo ahora no son del clima , ni mucho menos.
Hay frases que me llegan a lo mas profundo.
Gracias, las esperaba!!
respiras mejor... seguro
cdo me dejaste yo...lo deje a el (cigarrillo)
no puedo mas que felicitarte nena.. ya era hora! tus pulmones lo necesitan.
por cierto.. a quien deje?
saludos si me lees ...
No te lee nadie, maldito imbécil.
vete de aqui asquerosa
vete de aqui asquerosa
Respira sus silencios :)
Un abrazo.
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